Abundancia El futuro es mejor de lo que piensas
Submitted by root on Tue, 06/27/2023 - 09:21
Peter H. Diamandis y Steven Kotler
La escasez es una amenaza latente, pero no es real. Aproveche su creatividad y viva en abundancia.
La abundancia está en todas partes para quienes son capaces de verla. Los problemas globales, desde la pobreza hasta el acceso al agua y el calentamiento global, no son asuntos de escasez sino de inaccesibilidad. A través de la guía de los emprendedores en innovación Peter H. Diamandis y Steven Kotler, usted también puede descubrir los motores clave de su propia innovación y transformar la información en abundancia.
Ideas fundamentales
Vivimos una era de gran abundancia, pero los bienes y servicios son inaccesibles.
Resolver un problema en un lugar es resolverlo para todo el mundo.
Gracias a la tecnología, lo que parece escaso puede volverse abundante.
Vivir una vida de lujos no es lo mismo que vivir en abundancia.
La innovación puede tener motivaciones positivas o negativas, visionarias o desesperadas.
No luche por los recursos escasos: construya su propia pirámide de la abundancia.
Aproveche la competencia para encontrar oportunidades inesperadas.
Los innovadores inconformistas crean accesos a fuentes de abundancia.
Convierta sus límites en oportunidades y sus obstáculos en nuevos caminos.
Aprenda a sentirse cómodo con los fracasos.
Resumen
Vivimos una era de gran abundancia, pero los bienes y servicios son inaccesibles.
A pesar de todos los problemas del mundo actual, la gente de hoy está mucho mejor que hace 100 o 200 años: la expectativa de vida en general ha aumentado y los servicios de salud han mejorado, así como el acceso a la información y la tecnología. En el siglo XIX, la Revolución Industrial hizo que el mundo experimentara un desarrollo exponencial solo comparable con la revolución agrícola del neolítico: en muy poco tiempo, bienes, servicios y personas se desplazaron a grandes distancias rápidamente gracias a la máquina de vapor, las vías de ferrocarril y el telégrafo.
Resolver un problema en un lugar es resolverlo para todo el mundo.
Hoy día el mundo experimenta un desarrollo exponencial similar: las innovaciones ocurren a una enorme velocidad, lo que hace que muchas nuevas soluciones estén disponibles, y también que muchas de ellas se vuelvan obsoletas en poco tiempo. Esto no es necesariamente malo. Con el paso del tiempo, el costo de las tecnologías de punta se reduce y se democratiza, hasta el punto de volverse obsoletas. Pero gracias a eso, la abundancia informativa puede alcanzar fácilmente los rincones más recónditos del planeta.
Gracias a la tecnología, lo que parece escaso puede volverse abundante.
El desarrollo tecnológico lineal (de la rueda al automóvil) es cosa del pasado. La abundancia tecnológica e informativa actual le da la posibilidad de proponer soluciones a los retos globales, así como de adoptar soluciones nacidas en otra parte del mundo. Esto genera una cadena de desarrollo exponencial importante.
“La cuestión es la siguiente: en el mundo hiperconectado actual, solucionar problemas en cualquier parte significa solucionarlos en todas partes””.
Facebook fue aburrido mientras sus usuarios se limitaban a miembros de algunas universidades; en cuanto cualquiera pudo abrir una cuenta, el interés por la página subió como espuma (al igual que sus acciones en la bolsa de valores). El crecimiento exponencial de esta y otras compañías de tecnología son ejemplos claros de las ventajas del pensamiento exponencial para resolver problemas globales.
Vivir una vida de lujos no es lo mismo que vivir en abundancia.
Los recursos del mundo no son escasos, sino inaccesibles. Es una regla básica de los mercados que, a mayor escasez de bienes o servicios, sus precios aumentarán. La escasez genera disputa por recursos; pero el objetivo de la innovación es liberar a la sociedad de la amenaza de la escasez. Es por eso que, si desea desarrollar un pensamiento de abundancia, primero debe desaprender la escasez tal como la conoce.
La innovación puede tener motivaciones positivas o negativas, visionarias o desesperadas.
Existen cuatro motivadores principales de la innovación. Intente identificar cuáles funcionan para usted y cuáles pueden traerle mayores beneficios. Los cuatro motivadores son:
La curiosidad – Aunque goza de prestigio como motor de la ciencia, la curiosidad es solamente la chispa: sin ella, es imposible encender el fuego del conocimiento; no obstante, por sí sola no es capaz de producir algún cambio duradero.
El miedo – Una triste lección histórica es que la tecnología avanza a pasos agigantados durante las hambrunas, las guerras y las epidemias. El miedo puede paralizarlo o ser un motivador poderoso para la creatividad y la innovación.
El deseo de crear riqueza – Más que el deseo de volverse rico o vivir una vida de lujos, piense en este motivador como una apuesta perpetua. Crear riqueza implica reinvertir constantemente, así como saber perder ahora para ganar después.
El deseo de relevancia – Para dejar su marca en el mundo, debe ir más allá de las buenas intenciones. Ahí donde otros ven imposibles, pregúntese cuál es el primer paso que hay que dar para lograrlo, ¡y asegúrese de darlo!
No luche por los recursos escasos: construya su propia pirámide de la abundancia.
La “Jerarquía de las necesidades humanas” propuesta por el psicólogo Abraham Maslow es un esquema en forma de pirámide con cinco niveles que se organizan en orden ascendente: las necesidades fisiológicas (como la nutrición y el descanso) están en la base, seguidas por la necesidad de seguridad (empleo, recursos, propiedad), afiliación (amistad, intimidad), reconocimiento (confianza, respeto) y autorrealización (ejercer la creatividad, resolver problemas). Maslow elaboró esta pirámide de necesidades observando el comportamiento de sujetos como el famoso físico Albert Einstein, la primera dama de Estados Unidos Eleanor Roosevelt y Frederick Douglass, estadista y orador. Los tres destacaron en sus campos y Maslow buscaba encontrar los rasgos comunes que los distinguieron. Maslow propuso que, para avanzar al siguiente nivel, las necesidades del nivel anterior deben estar satisfechas.
“Se estima que para 2015 el mercado global de la medicina personalizada alcanzará 452 mil millones de dólares””.
La pirámide de la abundancia, a diferencia de la pirámide de necesidades de Maslow, no busca satisfacer un nivel para acceder al siguiente, sino seguir un desarrollo exponencial para ver más allá del individuo y lograr un impacto global. En este sentido, la abundancia no tiene que ver con darle a todo el mundo una vida de lujos, sino en darle a todos la oportunidad de crecer y desarrollarse a plenitud.
“La tecnología es un mecanismo de liberación de recursos. Puede convertir lo que antes era escaso en abundante””.
La pirámide de la abundancia se divide en tres niveles exponenciales:
Inferior – Necesidades de supervivencia, como alimento y vivienda. Si se atienden los problemas más urgentes (como el acceso al agua limpia) las poblaciones se estabilizan más fácilmente a lo largo del tiempo.
Catalizadores de crecimiento – Aquello que favorezca el crecimiento personal, como el acceso a información y comunicaciones. Invierta estratégicamente en aquello que da energía, pues ahí reside el efecto exponencial. El acceso a la educación tiene este tipo de efecto exponencial a nivel social.
Libertad y salud – El fin último es prolongar no solo la vida sino el bienestar. Garantizar la salud de las personas y apoyar proyectos que otorguen mayores libertades a los individuos, terminará por aumentar los derechos de los ciudadanos.
Aproveche la competencia para encontrar oportunidades inesperadas.
Para satisfacer sus necesidades, usted puede luchar por bienes y servicios desde una perspectiva de escasez, o bien puede encontrar los motivadores de su propio potencial de innovación y encontrar en el camino a otros entusiastas que puedan apoyarle. Numerosos inventores se hicieron millonarios gracias a que lograron echar a andar los beneficios exponenciales de sus ideas, como John D. Rockefeller con el petróleo, Richard Sears con las ventas por correo y Henry Ford con los automóviles.
Los innovadores inconformistas crean accesos a fuentes de abundancia.
Con el tiempo, nuevos innovadores inconformistas surgieron para beneficiar al mercado y a las personas a través de la filantropía. Bill Gates no solo popularizó las computadoras personales con Windows y Microsoft, sino que dirige una fundación dedicada a resolver problemas mundiales, como la malaria; Richard Branson, fundador de Virgin Group, no solo emplea sus millones para la exploración aeroespacial privada, sino que invierte en fundaciones para frenar la explotación infantil, y para buscar soluciones al calentamiento global y a la crisis energética, por poner solo algunos ejemplos. De esta manera, la magia de los innovadores inconformistas consiste en crear nuevos pasteles –es decir, nuevos nichos, mercados y soluciones– en lugar de luchar por una simple rebanada.
Convierta sus límites en oportunidades y sus obstáculos en nuevos caminos.
En 2001, los 134 millones de habitantes de Nigeria dependían de 500 mil teléfonos fijos para comunicarse. Cuando el gobierno estimuló la competencia en telecomunicaciones, el mercado y los consumidores respondieron. Para 2007, el país africano tenía 30 millones de líneas móviles activas. Pero además de incentivar la economía local, esto benefició a los proveedores de servicios de telecomunicación como la finlandesa Nokia, que adjudicó el crecimiento de sus ganancias del periodo al aumento del mercado africano.
“Ahora mismo hay más gente que tiene acceso a un teléfono móvil que a un retrete”. ”
En 1982 apareció la computadora portátil Osborne Executive, un auténtico lujo de 13 kilogramos de peso y un precio de US$2.500. Veinticinco años después, en 2007 apareció el iPhone, que pesaba una centésima parte que la Osborne Executive, costaba una décima parte, era 150 veces más veloz y tenía 100 mil veces más memoria. Veinticinco años parece mucho tiempo en una vida humana, pero a nivel tecnológico es realmente insignificante: gracias a estos cambios exponenciales, los obstáculos se convierten en soluciones a través del tiempo, disminuyendo los costos de producción y aumentando la disponibilidad de bienes y servicios para todos.
Los nuevos caminos de la abundancia.
Existen nichos de mercado sumamente saturados y especializados: los centros de enseñanza de clase mundial, como las universidades de Harvard y Yale, producen muchos especialistas en pocos campos, cuando se necesitan pocos especialistas, pero en muchos campos, y capaces de aprender unos de otros. Además, es necesario que los beneficios de esas investigaciones sean accesibles al mayor número de personas.
“La mejor manera de predecir el futuro es crearlo uno mismo””.
Al igual que con los bienes y servicios, la educación no es escasa, sino inaccesible. Proyectos como la Singularity University o las conferencias TED en diferentes ciudades del mundo tienen como fin acercar ideas de avanzada a la gente común, que probablemente no podría entrar a una prestigiosa universidad para escucharlas. Estos son los nuevos caminos de la abundancia que transformarán la forma de vida en el siglo XXI:
Biotecnología y bioinformática – Producirán combustibles a bajo costo, vacunas personalizadas y agricultura ultraproductiva.
Sistemas computacionales, redes y sensores – El Internet de las cosas será la siguiente revolución de la vida cotidiana. Educación personalizada, en línea y para todos.
Inteligencia artificial y robótica – Chips más potentes sin desperdicio de energía, capaces de replicar la mente humana y aprender de sus experiencias.
Manufactura digital – A partir de la impresión 3D, la gente podrá prescindir de los inventarios y fabricar objetos a medida que se necesiten, de manera casi inmediata.
Medicina y nanomateriales – La carencia de médicos certificados en el Sur Global será remediada con laboratorios ultra compactos, capaces de diagnosticar enfermedades con pequeñas muestras orgánicas a bajo costo.
Aprenda a sentirse cómodo con los fracasos.
Los inversionistas de Wall Street lo tienen claro: de cada diez inversiones, solo una dará beneficios realmente buenos. ¿Entonces por qué invertir en las otras nueve? Porque, en un principio, los corredores de bolsa no saben cuál de esas diez inversiones será la ganadora.
“Si se lleva a cabo en un ambiente amistoso y favorable al riesgo –en el que todos entiendan que la mayoría de las ideas fracasarán–, los participantes no tendrán miedo a que un mal resultado afecte su reputación””.
Aquí entra nuevamente la lógica de escasez y abundancia: en lugar de invertir en un único prototipo, algunas empresas crean numerosos diseños tomando en cuenta todo lo que puede fallar, y después aplican los aprendizajes (los “fracasos”) en sus nuevos diseños.
Como queda claro, lo más difícil para acceder a la abundancia y el éxito es dejar de pensar en términos de escasez y fracaso. Es posible que esta psicología pesimista haya tenido una base evolutiva. Cuando nuestros ancestros de las cavernas pensaban que algo terrible podía ocurrir, evitaban tomar riesgos innecesarios, se protegían y lograban sobrevivir un día más. Este pensamiento nos protegió de los depredadores, pero hoy día, la abundancia es para quienes se arriesgan, apuestan y compiten.
“En última instancia, hay que tener la pasión y los objetivos para convencer al mundo de algo, lo cual, por supuesto, es el primer paso para cambiarlo””.
Sobre los autores
Peter H. Diamandis es escritor, emprendedor de la industria aeroespacial y cofundador de la X Prize Foundation. Steven Kotler es autor de más de 70 publicaciones y cofundador del Flow Genome Project.
- Log in to post comments